Cualquiera que haya escuchado un discurso del expresidente Donald Trump en los últimos años seguramente ha oído su afirmación infundada de que los países de todo el mundo están vaciando sus prisiones e instituciones mentales y enviando a esas personas a Estados Unidos. Trump casi no ha ofrecido sustento para esta afirmación, salvo que en prácticamente todos sus discursos recientes, ha citado una supuesta disminución del crimen en Venezuela como evidencia de que el país, acosado económica y políticamente, está enviando a sus criminales Estados Unidos.