En una carrera contrarreloj, la administración de Nicolás Maduro busca desprenderse de la productora de fertilizantes venezolana Monómeros S.A., ubicada en Barranquilla, Colombia. La empresa, que actualmente tiene un permiso especial de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos para operar hasta julio de 2025, podría enfrentar nuevas sanciones como parte del paquete de medidas que el gobierno de Joe Biden impuso tras la toma de posesión de Maduro.
El Centro Internacional de Inversión Productiva de Venezuela (CIIP), liderado por Álex Saab, designado en octubre de 2024 como ministro del Poder Popular de Industrias y Producción Nacional por Maduro, está al frente de las negociaciones para la venta de Monómeros, cuyo precio inicial se ha establecido en 350 millones de dólares.
Alex Saab
Álex Saab, una figura cercana a Maduro, fue liberado de una cárcel estadounidense donde enfrentaba cargos por lavado de dinero, como parte de un acuerdo fallido entre Washington y Caracas para la realización de elecciones libres en Venezuela. Este indulto, según fuentes en Miami, podría evitar que Saab sea incluido en la lista de sancionados, pero las autoridades estadounidenses están vigilando de cerca la transacción relacionada con Monómeros, ya que podría inyectar una considerable suma de dinero a la administración de Maduro, algo que la OFAC prohíbe.
La urgencia de Caracas por concretar la venta se debe a la posibilidad de que el gobierno colombiano, encabezado por Gustavo Petro, imponga medidas adicionales a las ya implementadas, como el control preventivo de la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades). De hecho, el propio presidente Petro expresó en una carta a Maduro el 9 de noviembre de 2024 su oposición a la privatización de la empresa, recordando un intento previo por parte del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) durante el mandato de Iván Duque. A pesar de esto, parece haber un único interesado en la compra, según una investigación realizada por el diario El Tiempo.
Cabe recordar que el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, había manifestado en 2023 que, en caso de que Colombia considerara la adquisición de Monómeros, filial de Petroquímica de Venezuela (Pequiven), se requerirían estudios técnicos y económicos exhaustivos.
Un comprador en la mira y las dudas sobre la transparencia de la operación
Documentos confidenciales, a los que accedió el diario El Tiempo, revelan detalles sobre la posible compraventa de Monómeros. En representación de la compañía figura Iván Sánchez, el presidente designado por la administración de Maduro después de que el gobierno de Petro le devolviera el control de la empresa, que había estado bajo la gestión del autojuramentado «presidente interino» venezolano Juan Guaidó, durante el gobierno de Iván Duque.
El «promitente comprador» es el colombo-venezolano Jorge Luis Pacheco Hernández, representante de Nitrofert Asset Management SAS, una empresa creada en octubre de 2024. La oferta de Pacheco incluye la adquisición de establecimientos de comercio asociados a Monómeros y a Ecofértil S.A., incluyendo inmuebles, equipos, inventarios y activos intangibles.
Jorge Luis Pacheco (izq.)
Sin embargo, la propuesta de Pacheco ha generado inquietud entre algunos ejecutivos de Monómeros. Argumentan que la compra de activos tangibles e intangibles podría ser una estrategia para evadir las sanciones de la OFAC, dejando a la empresa como una cáscara vacía, incapaz de cumplir con sus obligaciones hacia acreedores y empleados. Además, expresan preocupación de que la adquisición por parte de Nitrofert, que es actualmente el segundo actor en el mercado colombiano de fertilizantes, pueda resultar en la manipulación de los precios de estos productos esenciales, lo que podría comprometer la seguridad alimentaria del país.
Recordaron que Pacheco, quien ha aparecido en fotografías con figuras de la oposición venezolana como Leopoldo López y Juan Guaidó, así como con funcionarios del gobierno de Duque, brindó anteriormente apoyo financiero y comercial a Monómeros durante la administración de Guaidó. Posteriormente, creó Nitrofert y, según alegan, se llevó a empleados clave de Monómeros, lo que algunos consideran una forma de competencia desleal.
También existe, según fuentes internas, un supuesto plan para presionar a la Supersociedades y lograr que apruebe la venta.
Pacheco se defiende y asegura que busca salvar a Monómeros
Jorge Luis Pacheco Hernández y Leopoldo López
Ante las acusaciones, Jorge Luis Pacheco, en comunicación con el diario El Tiempo, aclaró que, por el momento, solo existe un memorando de entendimiento genérico y confidencial entre Monómeros y Nitrofert, y que no se ha firmado ningún acuerdo vinculante. Explicó que se encuentra en un proceso de «debida diligencia», para lo cual requiere información financiera, jurídica y técnica de Monómeros, a fin de poder presentar una oferta formal, que podría ser inferior a los 350 millones de dólares mencionados. «Sin esa información, no podemos salvar a Monómeros, que se está muriendo», enfatizó.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe y Jorge Luis Pacheco
Pacheco también respondió a las afirmaciones de que ha cambiado de bando político, pasando de apoyar a la oposición a colaborar con la administración de Maduro y con Álex Saab para concretar la transacción. «Yo soy un empresario, no un militante político», declaró. Admitió haberse reunido con Saab en Caracas en octubre pasado para manifestarle su interés en adquirir la compañía, después de haber logrado que le pagaran 25 millones de dólares que le adeudaba Monómeros. Pacheco afirmó que, antes de la reunión con Saab, había sido víctima de una especie de extorsión por parte de antiguos directivos de la empresa, aunque no ha presentado una denuncia formal ante las autoridades sobre este asunto.
El empresario negó categóricamente que esté buscando burlar a la OFAC y aseguró haber estado en contacto con funcionarios de esa agencia. Argumentó que, si Monómeros no se privatiza antes de que expire la licencia de la OFAC o se le impongan sanciones, la empresa podría implosionar. «El estado de Monómeros hoy es crítico y yo quiero salvarla por el cariño que les tengo a la gente y a la marca», expresó el ingeniero, que reside en Colombia desde 2015.
Incertidumbre sobre la financiación y un contrato de asistencia técnica bajo la lupa
Jorge Luis Pacheco (círculo rojo)
A pesar de las declaraciones de Pacheco, algunos sectores dentro de Monómeros cuestionan la capacidad financiera de Nitrofert y el mecanismo de pago que se utilizaría en caso de que se concrete la transacción. Al ser consultado por El Tiempo sobre cómo financiaría la compra, Pacheco se limitó a decir que se trata de un tema confidencial y de una operación a largo plazo, en caso de que se lleve a cabo: «Es un acuerdo a futuro, y solvencia tenemos de sobra».
Otro documento confidencial obtenido por El Tiempo ha generado suspicacias. Se trata de un contrato de asistencia técnica entre Monómeros y Nitrofert, que le otorga a la empresa de Pacheco acceso a informes de gestión sobre los negocios, la situación económica, administrativa y jurídica de la compañía venezolana, así como de su sociedad portuaria, su fundación y sus filiales en Panamá y Costa Rica, entre otros. A cambio de esta asistencia, Nitrofert recibirá un pago mensual de 15 millones de pesos durante 24 meses.
Ejecutivos de Monómeros sostienen que este contrato podría ser una estrategia de Pacheco para obtener información confidencial de la empresa, que le ha sido negada previamente. No obstante, Pacheco insiste en que su objetivo es rescatar a Monómeros y que el contrato busca acceder a datos (lo que ha sido una tarea ardua) para poder presentar una oferta antes de que sea demasiado tarde.
Por el momento, Saab, Pacheco y Monómeros permanecen bajo observación, y se anticipan nuevas decisiones una vez que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 2025. La incertidumbre rodea el futuro de la empresa venezolana, mientras las piezas del complejo rompecabezas se acomodan en una danza de intereses políticos y económicos.
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