La crisis política en Venezuela alcanzó un nuevo nivel de tensión luego de que Tarek William Saab, fiscal general del régimen de Nicolás Maduro, ofreciera una recompensa de $100.000 por la captura de Edmundo González Urrutia, el presidente electo que derrotó a Maduro con un contundente margen del 40% en las elecciones del pasado 28 de julio.
Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar y vino de una figura internacionalmente conocida: Erik Prince, fundador de la controvertida empresa militar privada Blackwater, anunció públicamente una contrarrecompensa de $100.000 para quien capture a Saab y lo entregue «bien amarrado en aguas internacionales».
El Fiscal, o sicario, de Maduro, @TarekWiliamSaab ofrece $100.000 por la captura del Presidente Electo @EdmundoGU quien derrotó a Maduro por 40% en las elecciones del 28 de julio. ¿Será que alguien está dispuesto a cobrar los $100,000 que unos amigos está dispuestos a pagar por… pic.twitter.com/O7M2lnM12w
— ErikDPrince (@realErikDPrince) January 3, 2025
La declaración de Prince, realizada a través de X, ha causado un terremoto político y mediático. “Tarek William Saab no es más que un brazo ejecutor de un régimen ilegítimo que persigue y tortura a quienes luchan por la libertad de Venezuela. Si está dispuesto a jugar sucio, que esté preparado para enfrentar las consecuencias”, afirmó Prince con determinación.
El anuncio de la contrarrecompensa ha polarizado aún más las opiniones en torno a la crisis venezolana. Mientras algunos sectores aplauden la acción como una medida audaz para contrarrestar el autoritarismo de Maduro, otros alertan sobre los peligros de legitimar mecanismos de justicia privada y escaladas violentas en un contexto ya de por sí volátil.
Por su parte, González Urrutia, quien permanece en la clandestinidad, continúa enviando mensajes de resistencia. “El pueblo venezolano eligió un cambio, y ni las amenazas ni las persecuciones lograrán borrar esa voluntad”, declaró en un comunicado reciente.
